Hoy ordeno todo esto...
colocaré los santos que me quedan en un rincon,
quemaré la ropa sucia....nada es iwal, luego de ensuciarlo.
Todos estos papeles rayados y los que están a medio rayar,
los enviaré a algún cielo, para apresurar mi condena.
Los recuerdos se irán junto con la basura,
así no se me volverán a confundir.
Los zapatos que ya no uso,
los pondré a caminar como hombres sin alma,
por las calles que se aprendieron de memoria.
A los cansados cuadros de las paredes,
los cambiaré por simples estrellas;
la tele quedará en el mismo rincón
como un demonio dormido,
mientras nadie la enchufe, estará todo bien.
A mis libros y mis discos,
les haré un palacio en el alma,
donde siempre debieron estar.
Hoy ordeno todo esto...
y comienzo por detener los vientos
que hacen de mi, un torbellino
lleno de dudas y agrio vino.
Isk.-
colocaré los santos que me quedan en un rincon,
quemaré la ropa sucia....nada es iwal, luego de ensuciarlo.
Todos estos papeles rayados y los que están a medio rayar,
los enviaré a algún cielo, para apresurar mi condena.
Los recuerdos se irán junto con la basura,
así no se me volverán a confundir.
Los zapatos que ya no uso,
los pondré a caminar como hombres sin alma,
por las calles que se aprendieron de memoria.
A los cansados cuadros de las paredes,
los cambiaré por simples estrellas;
la tele quedará en el mismo rincón
como un demonio dormido,
mientras nadie la enchufe, estará todo bien.
A mis libros y mis discos,
les haré un palacio en el alma,
donde siempre debieron estar.
Hoy ordeno todo esto...
y comienzo por detener los vientos
que hacen de mi, un torbellino
lleno de dudas y agrio vino.
Isk.-