viernes, 28 de diciembre de 2007

Yeshua


Cuando las palabras dejan de ser palabras,
y se transforman en los huesos de la verdad;
cuando mis hechos y deshechos me recuerdan
q no soy otra cosa, más q polvo;
aparece un nombre, q lo nombra la tierra,
las flores, la lluvia, los pájaros, las nubes y el fuego.

Y arde al punto q si lo nombra el alma,
se consume la ignorancia, principio del mal.
Ignorancia con cuernos, alas y cola;
dientes d oro y perfume de mujer.

Bendito nombre se les entrego a los hombres,
la carne más santa q han podido colgar en sus cruces;
manos q sembraron el pan en la tierra,
y terminaron atravezadas por clavos de hierro,
hechos del más duro y frió corazón humano.

Nunka lo entendí, es cierto;
y kizas pase muxo tiempo para llegar a comprender.

Pero tengo claro q no es religión,
porq la religión, no es más q otra cadena
q nos ata a un limitado pensamiento.

Y más q verdad es Vida;
en su incomprensión, Vida.
En su infinito, Vida.
En su todo...Amor.

Porq su estancia en la tierra,
no tuvo otro motivo, q avivar la voz d Dios entre los hombres,
y hacer más pekeña entre el hombre y la verdad , la distancia.

Su nombre no es más q el eterno mensaje,
q ha recibido el hombre, emitido por la naturaleza,
a través de miles d años, d miles d civilizaciones.

Su nombre seguirá siendo el nirvana,
y los pasos q nos llevan a Dios.

Su nombre, un mensaje;
su vida en mi vida, el amor y la vida.

Palabras hay muxas, idomas y pensamientos, tambien.

Pero.. el camino, la verdad y la vida,
solo tienen un nombre, y no es d letras, ni d hombres.

isk.-



















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